
¿Se volverá mi corazón un arbol cargado de frutos que yo recoja para regalárselos?
No permitas que las olas del mar nos separen, ni que los años que pasaste aquí se conviertan en un recuerdo... Cuando el amor nos llame, debemos seguirlo aunque su camino sea duro y penoso... y debemos entregarnos a sus alas, que nos envuelva.
Aunque la espada escondida entre ella nos hiera y creamo en él cuando nos hable... aunque su voz aplaste nuestros sueños... Porque, así como el amor nos da gloria asií tambien nos crucifica. Así como se remota alo más alto y acaricia nuestras ramas más débiles que se estremesen bajo el sol. Así caerá hasta nuestras raíces y las sacudirá en un abrazo con la tierra.
Pero si nuestro miedo nos hace buscar solamente la paz y el placer del amor, entonces seria mejor que cubramos nuestra desnudez y nos alejemos de sus umbrales. Hacia un muundo sin primavera, donde reiremos, pero no con toda nuestra risa y lloraremos, pero no con todas nuestras lágrimas...
El amor no posee, ni es poseído...
El amor no tiene otro deseo que el de realizarce. Pero si amamos y no podemos evitar tener deseos, que nuestros deseos sean estos: Saber que el dolor es excusa d eternura, ser heridos por nuestro propio conocimiento del amor, Sangrar voluntaria y alegremente, Despertar el alba con un alado corazón y dar gracias por otro día de amor, Descansar al mediodía y reflexionar el extasis de amor... Ese extasis tan adictivo para nosotros, y que nucna llegaremos a comprender. Muchas veces son nuestras lágrimas un punto de felicidad, de los cules agradecemos por el hecho de poder sentir!
Gracias...
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